Comentario
Capítulo XXIX
... y con cada indio anda un muchacho con una talega de frísoles echando en los hoyos tres o cuatro granos. Y cubriendo esto se cría sin arar ni cavar, sino en los herbazales y montes y tierra delgada y guijarrales. Y cada quince o veinte días lo riegan, y al coger dan de una fanega más de veinte y cinco. Y no me alargo más, aunque bien podía.
El maíz cuando lo siembran en octubre, que es como abril en España, siémbrase en tierra enjuta algunos, y otro en regada de cinco o seis días, cavando la tierra con aquellas estacas y otros echando el maíz en los hoyos, que serán tres o cuatro granos. Cuando nacen guárdanlo que las aves no lo coman, y después que está nacido de dos o tres hojas, está el campo y hierba seca, que hay mucha y muy alta. Échanle fuego y hácese ceniza, y aunque mala, más parte de las hojas del maíz. Luego lo riegan, sale furioso y acude sesenta y ochenta fanegas. Da una fanega de cincuenta hasta ciento. Dase mejor en monte.
He querido dar cuenta de las sementeras y cómo se hace en esta provincia sin trabajo, que es Dios servido darlo ansí, porque lo vi y de él me sustenté como los demás. Digo que hoy así hace y hará, que la constelación de la tierra lo administra.